Usamos cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia como usuario. Al hacer clic en cualquier enlace de este sitio web usted nos está dando su consentimiento para la instalación de las mismas en su navegador.
Más información

UJUÉ

Ujué

Ujué se alza dominando la sierra que lleva su nombre, frontera natural entre la montaña y la ribera, inmejorable mirador desde los Pirineos hasta el Moncayo.

Su origen se remonta a tiempos medievales, según la leyenda, momento en el que se erige la basílica, cuna de la villa, sobre la gruta donde se le aparece la Virgen en forma de paloma a un pastor.
Permanece durante los siglos posteriores con el nombre de Santa María y como fortaleza fronteriza de montaña.

Esta preciosa villa guarda el sabor medieval de su origen en sus calles, en su estructura y en sus casas.

Sendero Olite-Ujué

Está dominada por la basílica de Santa María desde donde desciende calles empedradas y laberínticas como caminos de lava. Ésta iglesia románica, se edificó sobre otra prerrománica, de la que solo se construyó la triple cabecera. Más tarde Carlos II levantó la amplia nave gótica y rodeó la iglesia de pasos de ronda y torres almenadas (de las que solo se conservan dos: la de los Cuatro Vientos y la de los Picos) que dan un aspecto más de fortaleza. Dentro de él, y esto ya no es leyenda, está guardado el corazón de un rey, Carlos II el Malo, quién tanta devoción profesaba a esta Virgen que quiso que su corazón descansase en la basílica para siempre. Esta basílica es uno de los principales lugares de culto mariano de Navarra.