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PUENTE LA REINA

Puente la Reina nace vinculada a la vía compostelana y al río Arga. La estampa de su puente, que le da nombre, sobre este río es una de las más reconocidas del Camino de Santiago. La leyenda y la historia se entremezclan para situar la construcción del Puente en el siglo XI por iniciativa de la reina doña Mayor de Navarra para facilitar el paso del peregrinaje. En el medio se sitúa la capilla que guardaba la imagen de Virgen del Txori, que según la tradición, lavaba el rostro de la Virgen con el agua del río que transportaba en su pico, hoy es custodiada en la iglesia de san Pedro.

Su urbanismo en batida, está estructurado por la calle Mayor, eje social y económico de la villa, que lleva soportado desde siempre el fluir constante de personas de todo rango y origen. Su recorrido está flanqueado por las imponentes fachadas y aleros de los edificios que se alzan a sus lados. Entre sus casas pueden verse entre las casas varios torreones de sus murallas.

En la misma calle, la Parroquia de Santiago obliga a una parada para admirarla. Su construcción románica, aunque de origen anterior, destaca por sus dos hermosas portadas románicas, una de ellas con rica decoración y un llamativo arco polilobulado y las tallas góticas de San Bartolomé y de Santiago Beltza, denominado así por el color oscuro que tenía antes de que se restaurara.

A la entrada de Puente nos topamos con el albergue de peregrinos en el convento de Reparadores unido a la iglesia del Crucifijo, construcción románica tardía del siglo XII, ampliada en el siglo XIV y fundación templaria. Debe su nombre a una talla gótica del Crucificado proveniente de Alemania.

El paseo por su callejero nos devuelve al pasado en el que creció al amparo del camino de santiago y el río.