A pie de la Sierra del Perdón, se sitúa la antigua villa de Legarda. La pequeña localidad reclamo de tranquilidad y calma es testigo en la actualidad del continuo paso de peregrinos y peregrinas en su primera etapa hacia Compostela.

Entre sus callejuelas se alza la Parroquia de la Asunción, construcción de origen gótico, siglo XIII, y añadidos posteriores de los siglos XIV, XVI y XVIII. El retablo mayor es plateresco (siglo XVI). En las capillas laterales hay sendos retablos dedicados a San Juan Bautista (h. 1600) y a la Virgen con el Niño, romanista.

El lado sur del templo está cerrado por una lonja renacentista que tiene dos arcos de medio punto del siglo XVI. Tanto la lonja con su fuente anexa como el entorno dibujan una zona de sombrío y resguardo con unas condiciones climáticas que lo convierten en lugar idóneo para la acogida, el descanso y el contacto con la naturaleza. Es un ambiente que invita tanto a la contemplación y al esparcimiento por su cercanía a la plaza.

Legarda cuenta con varias ermitas; San Agueda, Santa Cecilia y San Francisco Javier de Basongaiz.