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GUIRGUILLANO, ECHARREN Y ARGUIÑARIZ

Guirguillano y Echarren de Guirguillano crecen en una sierra accidentada descendiendo hasta el cruce con el río Arga. Próximo lo hace Arguiñariz. Entre los barrancos de este terreno montañoso aparecen frondosos bosques de quejigos robles y enebros, y extensos pinares de repoblación sobre todo en los despoblados. Estos municipios abarcaban varios despoblados como el reciente ocupado de Arguiñariz.

Es tierra dura y pobre, de granos y vino, y muy poco olivo y aceite, y de campos abandonados.

En Guirguillano, la parroquia de San Pedro apóstol de Guirguillano es un edificio medieval (siglo XIII), reformado en los siglos XVI y XVII, al que se accede por puerta de arco de medio punto moldurado y grandes dovelas pétreas. Su retablo mayor es romanista y fue realizado en el siglo XVI por el escultor estellés Pedro Imberto; el centro del segundo piso aparece ocupado por una talla de San Pedro como pontífice. Hay sendas ermitas dedicadas a San Bartolomé y a San Cristóbal.

Echarren de Guirguillano nos sorprende con la presencia de un palacio medieval fortificado con torrecillas cilíndricas en los lados y puerta ojival defendida por un matacán. La iglesia medieval de San Román (siglo XIII), edificio construido en los años finales del siglo XII en estilo protogótico, fue modificado en 1630 por el cantero Juan de Urbieta siguiendo modelos gótico-renacentistas. De la iglesia medieval se conserva el tramo de los pies completo y su correspondiente bóveda de medio cañón, los contrafuertes y la torre. En el interior al lado de la capilla de los Echarren, se localiza el Panteón de los Azcona, que tomaron por sucesión el patronato de los Echarren, de estilo neogótico y con un acceso cerrado por una reja de 1880.

Destaca en el interior un hermoso crucificado de estilo romanista de comienzos del siglo XVII.

En Arguiñariz, la parroquia de San Martín Obispo fue construida en dos fases claramente diferenciadas, una primitiva de comienzos del siglo XIII a la que corresponde la nave de estilo protogótico con influencias del Cister y la bóveda de cañón apuntado que la recubre. En una fase posterior se construyen la cabecera cuadrada con una bóveda de crucería simple y el coro alto que al igual que la portada datan del siglo XVI.