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ADIÓS

A las faldas de la Sierra del Perdón, junto al río Robo se asienta este tranquilo municipio por el que discurre pausado el Camino de Santiago que viene desde Somport.

Situado en un suave piedemonte despejado y ventoso en el que, desde antiguo, se cultivan «cereales, abundantes viñedos y algunos olivos», y que «la parte baldía comprende escasos pero buenos pastos para ganado».

Su caserío se agrupa entorno a la parroquia de San Andrés Apóstol, construcción gótica que guarda dos retablos romanistas realizados por Martín de Echeverría hacia los años treinta del siglo XVII. El mayor relata escenas de la Pasión de Cristo y se adorna con las efigies de varios santos, el titular entre ellos. El otro retablo está centrado en la Virgen con el Niño y describe episodios de su vida. En las afueras se levanta la ermita de San Cristóbal.